En ocasiones siento la necesidad de gritarle al mundo como me siento, bien porque estoy enfadada, bien porque soy feliz. En ambos casos la necesidad es de ser escuchada, ya no digo comprendida, solo escuchada.

Este sería el propósito de este blog. Tener la oportunidad de poder hablar de lo que nos interesa y nos preocupa sin miedo a equivocarnos o a ser juzgados. 

Después de 10 días de confinamiento decidimos dar un inocente paseo por el campo... y digo inocente, porque salir a pasear de un tiempo a esta parte, está mal visto, aunque el próximo vecino esté a un km de distancia de tu casa. Y por qué confinados?, pues porque mi acompañante, con el que convivo, había dado positivo por COVID-19.

Durante el paseo, dicho acompañante se sintió mal de manera repentina, empezó a manifestar que sentía rigidez en los brazos y especialmente en la espalda y  empezó a arquearse involuntariamente cuál exorcista en pleno ataque delante de una ristra de ajos. Esta persona terminó en el suelo convencido que se quedaba paralítico...empecé a correr para pedir ayuda sin saber que le estaba pasando a la pobre criatura. Después de una carrera desenfrenada, consigo un teléfono para poder llamar al 061. ...

Emergéncias dígame,

-Hola, esto es una emergencia, una persona se está sintiendo muy mal ( explico los síntomas) y necesito que venga una ambulancia. ...

Entendido, ahora le llamará una doctora, ¿es este el número de contacto?

- Sí, contesto bastante nerviosa. Cuelgo el teléfono y quedo a la espera de esa bendita llamada, cosa que me parecía una perdida de tiempo, vista la situación que estábamos viviendo de angustia total. Pasan los minutos y la llamada no llega. Mi acompañante de paseo cada vez más pálido y asustado... Pasan los minutos y nada... -

-Hola de nuevo, he llamado hace 15 minutos pidiendo una ambulancia, dijeron que me llamaria una doctora y todavia no ha llamado. ...

Tiene que entender usted que hay muchas emergencias, señora.- Contesta seria.

- Yo entiendo que hay muchas emergencias! y esta es una de ellas (dije subiendo la voz al borde de un ataque de nervios)

Un momento, le intento pasar... ...

Hola, soy la doctora, explíqueme que ha pasado.

De nuevo explico con pelos y señales lo que ha pasado, ya con menos paciencia.

Nota: En la explicación incluí que mi acompañante de paseo tomada medicación que tal vez podía ser el causante de esa repentina rigidez. La doctora, muy segura de sí misma,  dijo que de ninguna manera era por ese tipo de medicación.

Por fin la doctora toma todos los datos pertinentes para poder enviar la ambulancia, dirección completa, municipio... Etc. ...

Tengo que decir (habla la doctora) ...que la ambuláncia va a tardar porque es especial para COVID y viene desde Palma.

-¿Como dice? ¿Que la ambulancia viene desde Palma?? ...

Si porque su acompañante tiene COVID.

- Sabe usted que le llamo  desde Ibiza? (incredulidad total por mi parte). ...

Ay! perdón, me he equivocado, entonces vendrá más rápido.

-Hay que tocarse los huevos!!!!.En esos momentos ya había perdido los nervios por completo y  no sabía si llorar o reír.

Por fin llegó la ambulancia y tan solo había pasado una hora, menos mal que no era un ataque al corazón o un ictus o cualquier cosa que requiriese de una atención inmediata, porque de haber sido así, mal final tendría esta historia. (spoiler).

Mi acompañante en la ambulancia y yo detrás con el coche cuál alma perseguida por el diablo...

Ya en la puerta de urgencias me sentí más tranquila y le dije toda convencida, --Ahora estás en buenas manos-.

Y allí fuera me quedé esperando, ya que al estar confinada con una persona con COVID, me "sugirieron" que esperase en la calle a que un médico saliese para hablar conmigo... Y de nuevo pasan los minutos y en este caso las horas, esperando en el parking de las ambulancias. De repente sale alguien al exterior diciendo que el médico quiere hablar conmigo, hace que entre en la sala de urgencias (hasta ese momento, prohibida para mí) y espero que el doctor me haga entrar a su despacho.

Buenas noches, -dice el simpático doctor ( se detecta por la expresión de pocos amigos en su cara). Lo que le ha pasado a su acompañante no es una complicación del COVID - dice todo serio. Le hemos hecho un RX de los pulmones y está bien.

-Entiendo, pero nosotros no hemos venido por una complicación del COVID, estamos aquí por otras razones, rigidez, movimientos involuntarios... ...

Su acompañante me ha dicho que le ha pasado paseando por el campo....-Dice interrumpiendo... Eso no se puede hacer porque están confinados!

Es que nosotros vivimos en el campo y ha pasado en nuestro jardín...(digo avergonzada) ...

No importa. -Contesta. ¡No puede salir y punto y usted no tendría que estar aquí! -Doctor, he estado fuera todo el tiempo a la intemperie esperando noticias. Ahora he entrado porque usted me ha hecho llamar - le dije.

El doctor x sin mirarme a los ojos sigue con su explicación del diagnóstico. - La rigidez puede ser consecuencia de la medicina que está tomando. Tiene que hablar con el especialista y él sabrá que hacer, si cambiarla o diminuir la dosis. -Explica.

-Interesante que diga eso pues cuando he hablado con el 061 y le he dado el dato de la medicina, la doctora ha dicho que no podía ser. ...

Quién le ha dicho esto- pregunta todo indignado.

-Pues la doctora del 061. -Contesto con ironia.

Después de una conversación la mar de agradable... (por querer ser educada y no decir que ese señor carecía de toda profesionalidad y que la puntuación de asertividad era 0 patatero), siguió explicando amablemente... (Por no decir que tuvo una actitud extremadamente fría y desagradable). ...

Le doy el alta a su acompañante, pero al ser un positivo en COVID tiene que esperar que venga la ambulancia especial y usted puede marcharse.

-No voy a marcharme hasta que llegue esa ambulancia. Esperaré fuera.- Dije firmemente. ...

La ambulancia puede tardar mucho, incluso toda la noche!.

-¡¿Pero que carajo le pasa a este hombre?!  ¿Que necesidad hay de hablar en ese tono y con mala educación?. Todos sabemos lo que ha provocado el virus a nivel sanitario... por no nombrar otros niveles. Saturación de enfermos, horas extras, falta de epis apropiados. Trabajar bajo tanto nivel de estrés puede ser muy agotador, lo sabemos, o al menos muchos de nosotros nos lo podemos imaginar, empatizamos con todos ellos, les aplaudimos des de nuestras casas, les admiramos por su labor. Pero que pasa cuando esos mismos profesionales no tienen en cuenta la situación personal de los enfermos y sus familiares. Que saben ellos por lo que hemos pasado o estamos pasando en esos momentos. Porque tratar con ese falta de respeto y consideración. Que sabía él... Nada de Nada...

Conclusión: Llamada a emergéncias subrrealista. Horas en urgencias esperando para que le hagan las pruebas a mi acompañante de paseo. Pruebas realizadas: una RX de los pulmones más explicación del doctor dudosa sobre que ha provocado los síntomas y si seguir o no esa noche con la medicación y todo eso aderezado con una buena bronca por entrar en urgencias cuando he sido requerida y por último,  espera en la calle a la dichosa ambulancia especial para enfermos del COVID-19.

PD: En este caso un aplauso para los técnicos de ambas ambulancias. Profesionales agradables y tranquilizadores. Gracias.

Atentamente:

Anil Gior

Adolescéncia y salud mental.

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